En el filo de los cnidarios, encontramos en la clase Anthozoa, el orden Alcyonacea, y la familia Coralliidae al coral rojo del Mediterráneo o Corallium rubrum. Se trata de un coral presente en todo el mar Mediterráneo, y en ciertos puntos del océano Atlántico, desde las costas Portuguesas a las costas norte de África. Suele vivir en las paredes de cuevas marinas y en general en ambientes poco iluminados de hasta 250 metros de profundidad.
Corallium rubrum es un cnidario colonial cuyo duro esqueleto de carbonato cálcico de un intenso color rojo brillante, adopta una forma arborescente de hasta 50 cm de altura. La colonia se aferra al sustrato rocoso fuertemente por su base. Los pólipos que conforman la colonia, que disponen de 8 tentáculos retractiles, son de un color blanco brillante que contrastan con el color del esqueleto. Se trata de un coral de crecimiento lento, cuyas colonias crecen al ritmo de unos 3 o 4 cm cada 10 años. Este crecimiento no se realiza en un único plano, sino que las ramificaciones surgen en todos los planos posibles, y por ende su aspecto arborescente, aunque predominan aquellos planos situados transversalmente a las corrientes predominantes del lugar en el que habitan.
Numerosas especies animales encuentran cobijo en las ramas de Corallium rubrum, como moluscos como Ocinebrina paddeui, gasterópodos como Pseudosimnia carnea, e incluso crustáceos como Balssia gasti.
Al tratarse de una especie que habita lugares con escasa iluminación, la alimentación de Corallium rubrum se basa en la captura por parte de los pólipos que conforman la colonia, de pequeños invertebrados y en general zooplancton y pequeñas partículas orgánicas que capturan gracias a los tentáculos de los pólipos.
La reproducción de Corallium rubrum puede ser asexualmente por fragmentación de la colonia, aunque no es una forma habitualmente observada de reproducción en esta especie. La segunda forma de reproducción es la sexual, que es la mayoritaria. Dentro de una colonia encontramos pólipos especializados en la reproducción, que pueden ser machos o hembras. Los pólipos masculinos liberan a la columna de agua el esperma. El esperma mediante las corrientes llega a los pólipos femeninos, y fertilizan internamente los huevos, desarrollándose en el interior de los pólipos hembra las larvas durante aproximadamente un mes. Trascurrido este tiempo, las larvas se liberan a la corriente donde pasarán unas semanas para posteriormente asentarse en el fondo y generar una nueva colonia.
El esqueleto de Corallium rubrum, con su intenso color rojo, es muy valorado en la industria de la joyería, echo que ha causado la puesta en peligro de la supervivencia de esta especie por la sobre-captura a la que ha sido sometida durante los últimos siglos. Existe algo de controversia en este sentido, y sobre todo en cuento a la sobrecaptura que a ocurrido en las regiones mas costeras en las que habitaba. Recientemente se han descubierto nuevos habitads hasta ahora totalmente desconocidos, en los que los ejemplares de Corallium rubrum son extremadamente abundantes y de tamaños prácticamente imposibles de observar en zonas mas costeras.
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