El isópodo gigante de mar profundo (Bathynomus giganteus) es sin duda alguna una especie singular donde las haya. Esta especie pertenece al orden Isopoda, es decir, que son primos de los bichos bola que podemos encontrar en nuestros jardines. Habita sobre el fondo marino de las aguas frias y profundas (300-2500 m) del oceano Atlántico Occidental, incluyendo el Golfo de México y el mar Caribe. Bathynomus giganteus es la primera de las especies descritas dentro del género Bathynomus, concretamente fue descrita en 1879 por el zoólogo francés Alphonse Milne Edwards después de que el isópodo fuera encontrado en las redes de los pescadores frente a la costa de las Dry Tortugas en el Golfo de México. Históricamente ha sido descrita su presencia en otros océanos mas allá del Atlántico, pero actualmente estas especies reportadas son reconocidas como otras especies dentro del género Bathynomus.
Bathynomus giganteus es una especie inusualmente grande si la comparamos con lo que es habitual dentro del orden Isopoda. Esto se debe a un efecto conocido como gigantismo abisal, por el cual los animales invertebrados que habitan las aguas frías y profundas tienden a crecer más y a tener una mayor longevidad. Su cuerpo se divide en tres regiones distintas: una cabeza (cefalón), un tórax y un abdomen (pleón); y puede alcanzar una longitud total de entre 19 y 36 cm, si bien existen reportados ejemplares de hasta 50-76 cm de longitud. Los ojos tienen una forma triangular, están muy separados entre sí, son de un tamaño grande y están compuestos por multitud de facetas (hasta 4,000 según algunas publicaciones). Cuando la luz rebota en ellos, estos poseen una capa altamente reflectante en su parte posterior, que hace que adquieran un intenso brillo. Esto junto con su inusual gigantismo confiere a los ejemplares de Bathynomus giganteus de un aspecto aterrador, si bien esto no se corresponde para nada con su comportamiento tranquilo.
Bathynomus giganteus utiliza sus 7 pares de patas articuladas para explorar las grandes e inhóspitas extensiones del fondo marino. Posee dos pares de antenas en su parte frontal, unas cortas y otras mucho más largas. Estas antenas les permiten detectar su alimento a grandes distancias. La dieta de Bathynomus giganteus consiste principalmente en los desechos que llegan al fondo del mar, aunque ocasionalmente también pueden cazar a otras presas vivas y generalmente de movimientos lentos, si tiene la oportunidad. Aproximadamente entre un 50-60% de su dieta está formada por restos de vertebrados, seguido por un 30% de cefalópodos, un 10-20% de decápodos y entre un 5-10% de otras especies de isópodos más pequeños.
La reproducción de Bathynomus giganteus es por medio de la puesta de huevos. Las hembras maduras desarrollan una bolsa conocida como marsupio, donde los huevos se almacenan hasta que las crías están listas para salir como miniaturas de los adultos, conocidas como mancas, saltándose completamente una etapa larvaria. Las hembras son muchas veces más grandes que las hembras de otros isópodos, sin embargo, llevan aproximadamente el mismo número de huevos en su marsupio. Los huevos, por lo tanto muestran un aumento de tamaño que parece ser casi proporcional al aumento del tamaño corporal.
Fotos: