En el filo de los moluscos, dentro de la clase Cephalopoda, y a su vez en el orden Sepiida y la familia Sepiidae, encontramos la sepia común o científicamente conocida como Sepia officinalis. Esta conocida especie, que es una de las especies de cefalópodos más importantes para el consumo humano en muchos países, se encuentra en las aguas del océano Atlántico occidental y en todo el mar Mediterráneo. Su rango batimétrico va desde las aguas superficiales hasta los 200 metros de profundidad. Es una especie que suele encontrarse asociada a fondos arenosos y fangosos, y rara vez se observa en aguas abiertas.
Su cuerpo es ancho, ovalado y ligeramente aplanado dorso-ventralmente, y puede medir hasta 50 cm de longitud y hasta 4 kg de peso. A ambos lados del manto tiene una aleta que recorre todo el cuerpo, y en la parte anterior del animal, es decir, la más alejada de los tentáculos y la boca, se extiende ligeramente más allá del margen del manto. Tienen un pequeño sifón ventral, con el que pueden impulsarse para conseguir movimientos muy rápidos. Tiene 8 brazos en los que tiene 4 filas de ventosas, así como un par de tentáculos aproximadamente 3 veces más largos que los brazos, que utiliza para capturar presas y para reproducirse en el caso de los ejemplares machos. En el interior del manto tiene una concha interna, llamada sepia. Su coloración es muy variable, aunque suelen tener un color marrón claro en el dorso, con la cabeza llena de pequeñas manchas de color suave, y la zona alrededor de los ojos ligeramente más oscura que el resto del cuerpo. Las aletas tienen una fina banda blanca en el borde exterior, con pequeñas manchas blancas que se hacen más grandes en la unión entre las aletas y el manto. La zona ventral suele ser blanquecina.
Durante los meses de primavera y verano, las Sepia officinalis migran a aguas menos profundas, y luego, en los meses de invierno y otoño, descienden a aguas más profundas. Tienen un comportamiento inducido por la luz, por el que se entierran bajo el sustrato marino durante el día. Aprovechan el hecho de estar enterrados para emboscar a sus presas. Sólo el primer y segundo par de brazos sobresalen del sustrato, y a veces estos brazos adquieren incluso una coloración muy oscura, haciéndose pasar por señuelos para atraer a pequeños moluscos, cangrejos, camarones, poliquetos y pequeños peces.
La reproducción de la sepia común se produce durante los meses de abril a julio, y generalmente en aguas poco profundas. Durante esta época, la parte dorsal del manto suele mostrar un patrón de rayas cruzadas. La reproducción implica un ritual de atracción, en el que intervienen cambios bruscos y rítmicos en los patrones de coloración del manto. Una vez que la hembra es cortejada, ambos individuos se enfrentan, momento en el que el macho transfiere a la hembra unos sacos que contienen esperma, llamados espermatóforos. Las hembras pueden poner entre 150 y 4.000 huevos de aproximadamente 1 cm de diámetro. La esperanza de vida de la Sepia officinalis es de 12 a 24 meses.
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