El filo de los ctenóforos, cuya traducción del griego significa ‘portadores de peines‘, está comprendido por algo más de 150 especies, todas ellas marinas y predominantemente de aguas cálidas. Se trata de un filo poco conocido, aunque extremadamente abundante en los mares de todo el mundo, suponiendo una porcentaje muy significativo de la biomasa total del plancton.
A excepción de unas pocas especies sésiles, mayoritariamente los ctenóforos son nadadores libres que quedan a la merced de las mareas y corrientes marinas. Sin embargo, ante condiciones adversas como pueden ser grandes tormentas, tienen la capacidad descender y refugiarse en aguas más profundas haciendo uso de sus 8 filas de peines (ctenos) dispuestos radialmente como medio locomotor.
Muchos ctenóforos son similares a medusas, y por eso históricamente han sido confundidos con los cnidarios. Los ctenóforos se diferencian por poseer unas células especializadas conocidas como coloblastos encargadas de secretar una sustancia pegajosa con la que capturan a sus presas. Existen algunas especies de ctenóforos que pueden presentar, ademas de los característicos coloblastos de los ctenóforos, células de tipo cnidocito, es decir células características de los cnidarios. Estos cnidocitos no son propios del animal, sino que se trata de especies como por ejemplo Haekelia rubra que se alimentan de cnidarios, y de los cuales son capaces de reutilizar las células urticantes (los cnidocitos) e incorporarlas en la superficie de su propio cuerpo como mecanismo defensivo frente a posibles depredadores.
El cuerpo de los ctenóforos, entre esférico y elíptico, es translucido y gelatinoso, con simetría biradial. Las 8 filas de peines presentes en su cuerpo le confieren tonalidades iridiscentes brillantes durante el día y gracias a su movimiento sincrónico les permite desplazarse por el agua a los ejemplares. Durante la noche, la gran mayoría de ctenóforos son capaces de emitir pulsos de luminiscencia. Pueden poseer tentáculos extensibles más o menos largos, los cuales utiliza para capturar a sus presas, entre las que encontramos a pequeños organismos planctónicos como crustáceos.
La inmensa mayoría de especies de ctenóforos son hermafroditas simultáneos, es decir, un mismo individuo es capaz de generar gametos femeninos y masculinos. Estos gametos son liberados a la columna de agua, donde ocurrirá la fecundación y se formará la larva planctónicas.
Tradicionalmente los ctenóforos se han dividido en dos grandes clases en función de la presencia o ausencia de tentáculos. Aquellos con tentáculos conforman la clase Tentaculata y son con diferencia el grupo de ctenóforos mas frecuente y conocidos. La segunda clase, llamada Nuda, está formada por aquellas especies que no presentan tentáculos.