Simnia spelta, conocida comúnmente como falsa porcelana, es una pequeña especie de caracol marino perteneciente al filo Mollusca, clase Gastropoda, orden Littorinimorpha y familia Ovulidae. Fue descrita por primera vez en 1758 por Carl Linnaeus. El epíteto específico ‘spelta‘ hace referencia al grano de espelta, por el parecido de su concha con dicho cereal. Esta especie habita sobre gorgonias del género Eunicella, Paramuricea y Leptogorgia, a profundidades que oscilan entre los 2 y los 60 metros. Aunque durante un tiempo se consideró endémica del Mediterráneo occidental y el Adriático, actualmente se sabe que también está presente en el Atlántico oriental, desde el norte de la península ibérica hasta Angola, incluyendo las Islas Canarias y Azores.
La concha de Simnia spelta alcanza una longitud de entre 15 y 20 mm, con una forma alargada, fusiforme y ovoide, de superficie lisa, gruesa, brillante y sin opérculo. La espira está oculta, encerrada por la última vuelta. La abertura es alargada, con bordes enrollados y sin dentículos, lo que le da un aspecto limpio y pulido. Su coloración es muy variable y depende del tipo de gorgonias sobre la que vive, pudiendo ser blanca, amarilla, rosada o anaranjada, muchas veces con manchas o estrías. El manto del animal cubre la concha mientras está activo, imitando el color del huésped, lo que le proporciona un camuflaje muy eficaz. Es fácil confundirla con Simnia aperta, de concha más robusta y coloración marrón, o con Simnia nicaeensis, que presenta un manto con tubérculos cónicos y concha más delgada y frágil. También puede parecerse a Pseudosimnia carnea, que se asocia exclusivamente con el coral rojo.
Simnia spelta es un predador especializado que se alimenta de gorgonias, en concreto de los pólipos y del tejido conectivo (coenenquima) de especies como Eunicella singularis, Paramuricea clavata y Leptogorgia sarmentosa. Gracias a su rádula, raspa cuidadosamente el tejido sin llegar a matar a su huésped, manteniendo así una relación duradera. El pigmento de estas gorgonias se acumula en su manto, razón por la cual su coloración se mimetiza con el entorno. Tras alimentarse, las ramas de la gorgonia quedan desnudas, facilitando la posterior colonización por epibiontes.
Los sexos en Simnia spelta están separados y la fecundación es interna. La cópula se produce con la hembra colocada sobre el macho. El periodo reproductivo abarca desde mayo hasta septiembre. La puesta consiste en diminutas cápsulas gelatinosas translúcidas, adheridas alrededor de las ramas de las gorgonias. Cada cápsula contiene múltiples huevos blancos, y su aspecto se asemeja a las irregularidades naturales de las ramas, lo que proporciona camuflaje adicional. De los huevos nacen larvas planctónicas que más adelante se asentarán sobre nuevas gorgonias.
Una curiosidad destacable de Simnia spelta es que el brillo característico de su concha no es propio de la concha en sí, sino que se mantiene gracias al manto del animal que la recubre externamente. Si se le molesta o se siente amenazada, retrae el manto y el brillo desaparece temporalmente. Su estrecha relación con las gorgonias representa una forma de interacción próxima al comensalismo, aunque técnicamente es un parasitismo suave, ya que se alimenta del huésped sin matarlo. Además, el mimetismo extremo que presenta con su gorgonia huésped es un excelente ejemplo de adaptación evolutiva para evitar a los depredadores.
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