Protula tubularia es una especie del filo de los anélidos, perteneciente a la clase Polychaeta, orden Sabellida y familia Serpulidae. Esta especie bentónica habita en los fondos rocosos de aguas de hasta 90 metros de profundidad del mar Mediterráneo, y el océano Atlántico oriental, desde las costas de Reino Unido hasta Sudáfrica.
Los ejemplares de Protula tubularia viven en el interior de un tubo calcáreo de sección circular y de aproximadamente 1 cm de diámetro, que puede alcanzar una longitud de unos 7-10 cm. El tubo externamente es mas o menos liso, a excepción de unos suaves anillos de crecimiento. En el interior de tubo calcáreo encontramos el cuerpo del animal, formado por unos 100 segmentos distintos a lo largo de todo su cuerpo. La parte externa del cuerpo del animal que podemos observar, es decir el plumero, se corresponde con las branquias del animal, y están formadas por dos lóbulos de igual tamaño, ligeramente espiralizados, y cuyos penachos son de color blanquecino o rosáceo con distintas manchas dispuestas regularmente a lo largo de los mismos. Protula tubularia no posee un opérculo calcáreo con el cual cerrar el tubo si se siente amenazada, sino que en dicha circunstancia el animal retraerá por completo su cuerpo al interior del tubo, dejando la entrada destapada.
La alimentación de Protula tubularia la obtiene mediante el filtrado de la columna de agua que rodea al ejemplar por parte del penacho branquial. Por lo tanto, los ejemplares de esta especie se encuentran en regiones donde existen suaves pero frecuentes corrientes que llevan partículas orgánicas hacia ellas para poder capturarlas.
La reproducción de Protula tubularia ocurre principalmente durante los meses estivales, cuando los ejemplares hembra y macho realizan la liberación de óvulos y esperma respectivamente, formándose entonces un huevo planctónico que dará lugar a una larva que trascurridos unos días se depositará sobre el fondo marino para dar lugar a un juvenil.
Es complicado la diferenciación de ciertas especies de aspecto similar a Protula tubularia, especialmente aquellas pertenecientes al mismo genero Protula. La localización geográfica de los ejemplares es uno de los factores que nos permitirán identificar a la especie, ya que colores y formas pueden llegar a ser muy similares entre ellas.
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