Las Homoscleromorpha son una clase de Esponjas, exclusivamente marinas, que habitan espacios con muy poca luz y predominantemente cercanos a la costa de entre 8 y 60 metros de profundidad. Si bien esto es cierto, existen algunas especies que podemos encontrar en aguas de mas de 1,000 metros de profundidad. Este grupo de esponjas habita sobre sustratos duros, siendo generalmente de naturaleza incrustante, y que habitualmente podremos encontrar en cuevas y grietas mas profundas.
Hasta prácticamente finales de los años 90s, las Homoscleromorpha se incluían dentro de la clase Demospongiae, pero estudios moleculares determinaron que en realidad constituían el cuarto calado dentro del filo de los Porifera (Calcarea, Demospongiae, Hexactinellida, Homoscleromorpha), y por lo tanto pasaron a considerarse como una clase independiente. Las especies de la clase Homoscleromorpha son heterogéneas en cuanto a las formas, siendo la morfología de los ejemplares relativamente simple y de tipo leuconoide (cavidad atrial reducida y aspecto macizo) la mas común. La mayoría de las especies carecen de espículas, pero aquellas especies que sí que las presentan, estas son de naturaleza silícea y no están organizadas de una forma tan clara como ocurre en las otras clases. Otra característica distintiva de las Homoscleromorpha, es la presencia de una membrana basal que está en contacto con la superficie rocosa, y entre cuyos componentes encontramos colágeno de tipo IV, una molécula ausente en las otras clases de esponjas.
En la actualidad de conocen 117 especies pertenecientes a la clase de las Homoscleromorpha, las cuales se agrupan dentro de dos familias (Oscarellidae y Plakinidae) en la que existen 2 y 7 géneros respectivamente.
La alimentación de las Homoscleromorpha, al igual que ocurre con el resto de grupos de esponjas, se lleva a cabo mediante el filtrado de la columna de agua que rodea a los ejemplares. Mediante unas células especializadas, llamadas coanocitos, las Homoscleromorpha son capaces de generar una corriente de agua, que hace que el agua cargada de partículas orgánicas entra por los poros del cuerpo del ejemplar, donde las partículas orgánicas son fagocitadas por células especializadas para digerirlas intracelularmente.
