La familia de los gadiformes, nombre derivado etimológicamente del latín ‘gadus‘ y que significa bacalao, son un grupo diverso de peces que mayoritariamente encontraremos en aguas frías tanto del Atlántico norte como del Mediterráneo, si bien existen especies en todos los océanos desde el Ártico al Antártico. Encontraremos especies de gadiformes a lo largo de toda la columna de agua, desde los hábitats bentónicos de las profundidades hasta las aguas costeras, pero principalmente en las capas más profundas es donde son mas frecuentes. Dentro de los gadiformes hallamos especies tan conocidas por todos nosotros como lo son las merluzas y los bacalaos.
Con un cuerpo más o menos alargado, los gadiformes se caracterizan por tener aletas sin radios espinosos. Las aletas pélvicas, en aquellas especies que las presentan, poseen 11 radios suaves, y se insertan en el cuerpo del animal en un plano inferior o frontal al plano de las aletas pectorales. En general, tanto las aletas dorsales como las anales son largas, y la aleta caudal tiene ambos glóbulos iguales y simétricos, es decir es homocerca en forma.
Prácticamente la totalidad de especies descritas de gadiformes, 613 especies clasificadas en 13 familias (Ranicipitidae, Euclichthyidae, Macrouridae, Steindachneriidae, Moridae, Melanonidae, Macruronidae, Bregmacerotidae, Muraenolepididae, Phycidae, Merlucciidae y Gadidae) y 84 géneros, viven en agua salada. Tan solo se conoce una única especie que vive de forma permanente en agua dulce, y es el caso de Lota lota. Una segunda especie, Microgadus tomcod es adaptable a agua dulce, si bien pasa la mayoría del tiempo en agua salada. Los gadiformes son un orden de peces con especial importancia a nivel de la pesca comercial. Aproximadamente un 25% de las especies capturadas mundialmente por la pesca comercial pertenecen al orden de los gadiformes. Esto es consecuencia directa del echo de tratarse de especies muy apreciadas culinariamente por lo exquisito de sus carnes.
En lo relativo a tamaños dentro de los gadiformes, este va desde los escasos 7 cm, hasta especies que alcanzan los 2 metros de longitud, como es el caso del bacalao del Atlántico (Gadus morhua).