La apariencia de Sabella spallanzanii dista mucho de la imagen que todos tenemos de los gusanos poliquetos. Sin embargo, se trata de una especie de gusano poliqueto de la cual tan solo apreciamos una parte del cuerpo. Los ejemplares de Sabella spallanzanii viven en el interior de un tubo ligeramente flexible y liso, que el individuo va confeccionando con deposiciones mucosas mezcladas con arena, a medida que el ejemplar crece. El tubo puede estar parcialmente enterrado bajo la superficie, sobresaliendo de la superficie de una forma considerable. En el interior del tubo, encontraremos al ejemplar de Sabella spallanzanii, el cual tan solo dejará expuesto al exterior del tubo la parte del cuerpo que conforma el abanico, que puede ser de una longitud que supone una cuarta parte (15 cm) de la longitud total que puede alcanzar esta especie: 60 cm. Dicho abanico o plumero está formado por múltiples filamentos situados de forma de dos coronas, ligeramente dispuestas una encima de la otra. Estos filamentos de las coronas, poseen a su vez ramificaciones laterales, que hacen que los diferentes filamentos se entrelacen entre si para formar una malla o red Por lo general encontraremos sobre sustratos rocosos y muy raramente sobre fondos arenosos o fangosos.
Al igual que todas las especies del genero Sabella, los ejemplares de Sabella spallanzanii son grandes filtradores que extendiendo sus tentáculos plumosos, son capaces de filtrar el agua circulante para capturar las partículas orgánicas y microorganismos presentes. Se ha estudiado el uso de ejemplares de Sabella spallanzanii asociados a instalaciones de acuicultura. La capacidad filtradora de partículas orgánicas, así como la capacidad de retener multitud de las bacterias presentes en el agua, hacen de esta especie, un serio candidato como biofiltro y/o bioindicador asociados a dichas instalaciones. Por una parte, permitirían tratar los desechos que la actividad de la acuicultura genera en las aguas donte realizan su actividad, sirviendo al mismo tiempo como un eficaz bioindicador que permitiera alertar sobre la presencia de ciertas bacterias no deseadas en las aguas.
Pese a que carecen de ojos, si que poseen fotoreceptores que les permiten detectar los cambios de luminosidad. Es por este motivo, por el que si nos acercamos o pasamos por encima de ellos, son capaces de detectar nuestra presencia, y rápidamente retraen el plumero al interior del tubo para protegerse.
Si pudiésemos observar la parte del cuerpo que está siempre en el interior del tubo, observaríamos los diferentes segmentos que caracterizan a los anélidos. El color de los filamentos de sus coronas, es variado, aunque por lo general suele tratarse de un patrón con franjas con colores naranjas, purpura y blanco, aunque también hay ejemplares completamente de un color gris pálido.
Sabella spallanzanii es una especie nativa de las aguas del océano Atlántico nororiental, desde las costas de Reino Unido e Irlanda, hasta las aguas del mar Mediterráneo. Hay registros de que esta especie ha sido introducida de forma artificial en Brasil, Javea y Australia, muy probablemente debido al tráfico marítimo, transportando larvas en los tanques de lastre de los buques mercantes.
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