Echidna catenata es una de las 11 especies pertenecientes al orden Anguilliformes que encontramos dentro de la familia Muraenidae y genero Echidna. Esta especie de Anguilliformes habita en las aguas del océano Atlántico occidental (desde Bermuda, Florida y Bahamas hasta las Antillas y Brasil), así como en el océano Atlántico oriental desde Angola hasta las Islas de Cabo Verde. Habita en zonas rocosas y/o arenosas de hasta 20 metros de profundidad.
El cuerpo de Echidna catenata es el característico de un Anguilliformes, es decir alargado, ligeramente aplanado lateralmente y con una aleta dorsal continua que se une a la aleta anal en el extremo de la cola. La longitud máxima de esta especie está situada en los 160 cm, aunque lo habitual es observar ejemplares de 60-70 cm de longitud. La cabeza acaba en un hocico relativamente redondeado y sus mandíbulas cuentan con diversas hileras de dientes. Posee dos pares de orificios nasales llamados narinas. El par anterior adopta una forma tubular, mientras que el posteiror, situado justo por encima de los ojos, consiste en un pequeño hoyuelo rodeado por un grueso reborde. Tras la cabeza, en los laterales encontramos las aperturas branquiales, que son de pequeño tamaño y adoptan una forma de hendidura. Carece de aletas pectorales y ventrales, así como de escamas que recubran su cuerpo. En lugar de las escamas, Echidna catenata segrega una mucosidad que les confiere protección y las hace muy resbaladizas. El color del cuerpo suele ser marrón oscuro o negruzco con manchas interconectadas de color amarillento que forman un patrón reticulado.
Durante el día, encontraremos a los ejemplares de Echidna catenata escondidos en agujeros en las rocas, y es durante la noche cuando salen de sus guaridas en búsqueda de sus presas, crustáceos y pequeños peces. Los dientes que posee en su boca, que son relativamente romos, se han adaptado para alimentarse de los crustáceos, triturando sin problema los caparazones de estos.
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