La familia Ammodytidae, comúnmente conocida como los peces lanza o peces laza de arena, agrupa a un conjunto de peces óseos marinos caracterizados por su forma alargada y hábitos de enterramiento. El nombre científico Ammodytidae deriva del griego ‘ammos‘ (arena) y ‘dytēs‘ (buceador), haciendo referencia a su comportamiento característico de sumergirse en los sedimentos arenosos del fondo marino. Esta familia se encuentra principalmente en aguas templadas y frías del hemisferio norte, tanto en el océano Atlántico como en el Pacífico. Habitan zonas costeras poco profundas, bancos de arena y plataformas continentales, donde encuentran refugio y alimento. Son muy abundantes en ciertas regiones, desempeñando un papel crucial en los ecosistemas marinos como presa principal de numerosos depredadores.
Los miembros de los peces lanza presentan un cuerpo largo, delgado y comprimido lateralmente, con una longitud que varía según la especie, pero que suele oscilar entre los 10 y los 35 cm. Su cabeza es puntiaguda, con una boca pequeña sin dientes prominentes, adaptada para la captura de pequeños organismos planctónicos. No poseen vejiga natatoria, lo cual facilita su enterramiento rápido en la arena cuando se sienten amenazados. Su coloración suele ser plateada en los flancos y más oscura en el dorso, lo que les proporciona cierto camuflaje. A nivel morfológico, una de sus características distintivas es la presencia de una sola aleta dorsal larga y continua, y una aleta anal también alargada, ambas sin espinas. Estas estructuras les confieren agilidad para nadar rápidamente cerca del fondo y entre los sedimentos.
Los peces lanza se alimentan principalmente de plancton, especialmente copépodos y larvas de crustáceos, aunque algunas especies también incluyen pequeños peces y otros organismos microscópicos en su dieta. Su alimentación es continua durante el día, ya que nadan en bancos compactos en aguas abiertas buscando concentraciones de alimento. En condiciones adversas o de escasez, tienden a enterrarse en la arena, lo que les permite conservar energía y evitar a los depredadores. Debido a su abundancia, estos peces constituyen una fuente alimenticia fundamental para muchas aves marinas, peces pelágicos y mamíferos marinos, como el bacalao, el atún, el salmón y los frailecillos, que dependen en gran medida de los peces lanza durante ciertas épocas del año.
Actualmente se reconocen unas 30 especies dentro de la familia Ammodytidae, repartidas en varios géneros, siendo Ammodytes, Hyperoplus y Gymnammodytes algunos de los más conocidos. Estas especies están distribuidas principalmente en el Atlántico Norte, el mar del Norte, el mar Báltico, el Pacífico Norte y algunas áreas del Ártico. Una curiosidad interesante de estos peces es su gran importancia económica indirecta, ya que su presencia influye en la abundancia y salud de las especies depredadoras comerciales. Además, en algunos países del norte de Europa, se capturan para la producción de harina de pescado utilizada en acuicultura. Otra peculiaridad es su comportamiento gregario y su capacidad de formar densos cardúmenes, lo que los hace muy visibles durante sus migraciones tróficas y reproductivas. Su ciclo de vida está fuertemente influido por las temperaturas del agua y la disponibilidad de hábitats arenosos adecuados para su refugio.

