La Posidonia oceanica es una especie endémica del mar Mediterráneo, y probablemente es una de las especies de algas de mayor importancia de todo el Mediterráneo. Es paradójico que el nombre específico de esta especie sea ‘oceanica‘ siendo una especie endémica del Mediterráneo y que no encontraremos en ningún otro lugar. Ha habido intentos infructuosos por cambiarle el nombre a Posidonea mediterranea, el cual sería más apropiado. De cualquier forma, la Posidonia oceanica es una especie que forma grades praderas submarinas, las cuales suponen un verdadero ecosistema rebosante de vida en la que multitud de especies, tanto vegetales como animales, viven.
El rizoma de la posidonia está más o menos enterrado en el sedimento, formando hacia abajo raicillas y hacia arriba hojas estrechas, acintadas y con nervaduras paralelas, las cuales se agrupan en fascículos de 4 a 8 hojas. Las hojas suelen medir 1 cm de anchura y pueden alcanzar hasta el metro de longitud. En la base de las hojas se forma un fascículo del cual emergen todas las hojas. Las más externas son las hojas más antiguas y de mayor longitud, mientras que a medida que nos movemos hacia el interior del fascículo, las hojas son más jóvenes y de menor envergadura. En los meses de otoño, las hojas más extensas se oscurecen y desprenden, dejando tras de sí, en el fascículo, parte de la estructura tisular, lo que le da a la base del fascículo un aspecto escamoso, fibroso y de color marrón. Las hojas desprendidas, arrastradas por las corrientes, se depositan en profundidad o en la orilla, formando banquetas características de las playas. Estas estructuras actúan como barrera de protección frente a la erosión de las olas. En los meses de otoño es posible observar también el florecimiento de la Posidonia oceanica. Sus flores no destacan ni por su colorido ni por su estructura, son flores de color verde claro agrupadas en grupos de 4-10 inflorescencias en un pedúnculo de unos 10-30 cm de longitud, el cual nace de la base del fascículo foliar. Las flores fecundadas, forman el fruto, conocido como aceituna de mar, las cuales, trascurridos 6 meses, maduran, liberándose del ejemplar y diseminándose gracias a las corrientes. Durante su travesía por las corrientes, la vaina de la aceituna se va desintegrando, cayendo la semilla al fondo, donde germinará y dará lugar a una plántula.
Como hemos mencionado previamente, la Posidonia oceanica es una especie de vital importancia para el sistema costero, ya que actúan como estructuras que limitan la erosión costera, sin embargo el papel de la Posidonia oceanica va mucho más allá, ya que forman la base de uno de los ecosistemas más diversos y productivos del Mediterráneo. A nivel de sus hojas, podremos encontrar algas epífitas, es decir, especies que crecen sobre las hojas de Posidonia oceanica. Algunos ejemplos de estas especies epifitas son Myirionema strangulans, Fosliella farinosa, Melobesia lejolisii, Giraudya sphacelarioides, Castagnea irregularis, Castagnea cylindrica y Ascocyclus orbicularis. También podremos encontrar invertebrados epífitos, los cuales suelen suponen hasta el 95% de las especies que se fijan a las hojas de la posidonia. Un grupo constituido por tan solo 5 especies: Monotheca posidoniae, Sertularia perpusilla, Campanularia asymetrica, Electra posidoniae y Microporella johannae. Otras especies que podremos encontrar en las hojas, desplazándose por ellas, y en ocasiones alimentándose de ellas, son por poner algunos ejemplos los gasterópodos Petalifera petalifera, Glossodorin gracilis, Rissoa variabilis, Rissoa ventricosa, Rissoa decorata, Alvania montagui, Bittium retriculatum, Rissoina bruguieri, Cantharidus striatus y Trapania fusca; el bivalvo Propeamussium hyalium; el equinodermo Asterina pancerii; la antomedusa Eleutheria dichotoma; o los crustáceos Porcellidium viride, Astacilla mediterránea, Idotea hectica, Cestopagurus timidus, Pargus anachoretus, Achaeus cranchii, Pisa nodipides y Pisa muscosa. Otro grupo de especies que podremos encontrar en las praderas de Posidonia oceanica son especies nadadoras que reposan sobre las hojas, tales como el arácnido Pontharachna punctulum, los crustáceos Siriella clausi, Hippolyte prideauxiana y Thoralus cranchi, la medusa Cadibena radiatum, el quetognato Spadella cephaloptera, el cefalópodo Sepiola rondeletti, o los peces Apleton microcephalus, Hippocampus hippocampus, Hippocampus guttulatus. En resumen, la presencia de praderas de Posidonia oceanica suponen uno de los mejores indicadores de la salud del ecosistema y calidad de las aguas marinas costeras.
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