Scorpaena scrofa

El cabracho o Scorpaena scrofa es un pez habitual de fondos predominantemente rocosos, aunque es posible divisarlo en ocasiones en arenales también. Se distribuye por las costas del mar Mediterráneo, donde es muy frecuente en aguas de menos de 150 metros de profundidad, y por las costas del Atlántico oriental.

Fuente: FAO

Scorpaena scrofa se caracteriza por unos ojos de gran tamaño y prominentes, que se sitúan en una posición superior lateral. Su cuerpo es fuerte y comprimido lateralmente, con una cabeza muy grande y ancha. Su coloración es predominantemente rojiza, con un jaspeado claro y oscuro que les permite mimetizarse a la perfección con los fondos rocosos. Scorpaena scrofa posee espinas conectadas a glándulas ponzoñosas, que utiliza como mecanismo pasivo de defensa. Estas se localizan en los primeros radios de la aleta dorsal, ventral y en el opérculo.

La aleta dorsal de Scorpaena scrofa está compuesta por 12 espinas, tras las cuales encontramos entre 9 y 10 radios blandos. Por lo general, el individuo suele tener los radios de la aleta dorsal en posición horizontal. Sin embargo, cuando note la presencia del buceador, y a medida que nos acerquemos al ejemplar, los radios de la aleta dorsal y las dos espinas de los opérculos se irán levantando, adoptando así una actitud defensiva. La aleta pectoral está formada por menos de 20 radios, algunos de ellos ramificados en la mitad superior de su longitud y posee una ligera forma de cuña, en la que los radios mas largos se sitúan en o cerca de la parte media de la aleta.

Una de las características distintivas de la Scorpaena scrofa frente a otras especies de la misma familia, son la presencia de apéndices o colgajos cutáneos debajo de la mandíbula inferior, así como la presencia de una foseta occipital situada a medio camino entre los ojos y el primer radio de la aleta dorsal. Otra característica distintiva, aunque difícil de observar, es la presencia de dos poros moderadamente separados, situados en la región ventral de la mandíbula inferior y centrados con el eje longitudinal del cuerpo.

Preferentemente habitan fondos rocosos a profundidades rondando los 20-30 metros, donde suelen asentarse sobre las rocas manteniéndose de forma inmóvil ya que su coloración las hace pasar desapercibidas. A mayores profundidades, Scorpaena scrofa suele asentarse sobre fondos arenosos. Se alimenta muy vorazmente de crustáceos, moluscos y pequeños peces durante el anochecer, emboscando a sus presas.

Es frecuente la confusión de Scorpaena scrofa con otras especies del mismo genero. Los rasgos característicos que nos permitirán diferenciar entre estas especies son…

  • Scorpaena maderensis. Presencia de ramificaciones cutáneas bajo la mandíbula inferior. Sin foseta occipital y con los radios superiores de la aleta pectoral ramificados y el resto simples.
  • Scorpaena notata. Sin ramificaciones cutáneas bajo la mandíbula inferior. Ausencia de ramificaciones en la parte superior del ojo, o si presente, está es muy corta.
  • Scorpaena porcus. Sin ramificaciones cutáneas bajo la mandíbula inferior. Grandes ramificaciones en la parte superior del ojo, que suponen una longitud equivalente al diámetro del ojo.
  • Scorpaena scrofa. Presencia de ramificaciones cutáneas bajo la mandíbula inferior. Con foseta occipital y con los radios de la aleta pectoral sin ramificar.


Fotos: